No hay dudas de que los economistas adquirieron, en las últimas décadas, una influencia social y política decisiva. Este hecho incontrastable da lugar, sin embargo, a lecturas antagónicas. ¿Artífices de la debacle o salvadores de la patria? ¿Meros brazos ejecutores de los intereses de las clases dominantes o detentores privilegiados de las verdades que gobiernan nuestro tiempo? Lejos de estas dicotomías simplificadoras gracias a una admirable riqueza de matices, este libro reconstruye cómo fue gestándose la confianza en los economistas y revela, con una potencia explicativa inusual, el modo en que el ascenso de estos expertos contribuyó a transformar la política.Aunque era ya un problema de larga data, a partir de mediados de los años setenta la inflación se erigió en el termómetro de la crisis y logró cristalizarse como principal preocupación pública. En la espiral de recetas para combatirla los economistas se volvieron depositarios de lo justo, lo verdadero y lo posible, y la ciencia económica fue afirmándose como garante de un juicio objetivo. De su mano se sucedieron experimentos macroeconómicos de singular osadía, que culminaron con la Convertibilidad y su estrepitosa caída en 2001.Siguiendo no sólo la mirada de los protagonistas, sino también el modo en que esas ideas se transformaron al convertirse en planes concretos e impactaron sobre la vida cotidiana de millones de argentinos, Mariana Heredia logra una síntesis apasionante y accesible de la historia económica reciente. Al combinar magistralmente material testimonial, archivos documentales e hipótesis iluminadoras, en un relato atrapante que hilvana los dilemas de científicos y funcionarios con las transformaciones de la sociedad, construye una aguda reflexión sobre el progreso del conocimiento, el compromiso político y el cambio social.