Hasta hace poco el tema de las pensiones en Chile pertenecía al ámbito del pequeño grupo que define las políticas públicas en nuestro país, dominado por economistas y sujeto a la fuerte influencia del poderoso gremio de las AFP (Administradoras de Fondos de Pensiones). Sin embargo, desde 2016 el tema pasó de las elites a las masas y se tomó las calles. Consiguió generar un debate nacional y puso en agenda prioritaria el desafío de diseñar un nuevo sistema de seguridad social que asegure un nivel de pensiones digno, predecible y estable.Este libro examina con rigor académico, pero de modo asequible y fluido, la experiencia internacional y el caso chileno, con todas sus contradicciones y paradojas; un sistema previsional altamente privatizado, pero donde dos tercios del gasto total en pensiones lo realiza el sector público y solo un tercio de este gasto lo realizan las AFP y las compañías privadas de seguros. Se presentan evidencias empíricas sobre el nivel de las pensiones de los civiles, concentración de la industria de las pensiones, diferencias de beneficios entre subsistemas y estatus privilegiado de los beneficiarios del sector uniformado de Capredena y Dipreca. Se documentan las altas tasas de rentabilidad sobre patrimonio de la industria de las AFP y se discuten los efectos de crecimiento, distribución del ingreso y concentración de riqueza de un sistema de cuentas individuales “a la chilena”, administrado por un mínimo grupo de compañías privadas sin real competencia sistémica.También examina los intentos parciales de reforma del sistema en 2008 y las recomendaciones de la Comisión Bravo. Se propone un camino de salida a la actual parálisis reformista mediante la desprivatización y transformación del sistema de pensiones chileno en un esquema mixto, solidario y desmonopolizado que supere las deficiencias estructurales del actual sistema, reorientando el proceso de ahorro-inversión hacia un patrón de crecimiento más igualitario y sustentable.